Compostable vs. Biodegradable: ¿Cuál es la diferencia real?

Los términos “biodegradable” y “compostable” se han convertido en palabras comunes en el mundo del packaging sustentable. Muchas veces se usan como sinónimos, pero en realidad no significan lo mismo, y su diferencia es clave para tomar decisiones responsables.

Si tienes un e-commerce, una marca sustentable o simplemente quieres reducir el impacto ambiental de tus envíos, este artículo te ayudará a comprender cuál es la opción adecuada para ti, con base en evidencia técnica y criterios aplicables en Chile.

¿Qué significa que un material sea biodegradable?

Un material es biodegradable cuando puede ser descompuesto por microorganismos naturales (bacterias, hongos, enzimas), transformándose en agua, dióxido de carbono y biomasa, sin dejar residuos tóxicos en el ambiente.

Sin embargo, la palabra “biodegradable” no especifica cuánto tiempo tarda ni en qué condiciones se produce esa descomposición. Puede tomar semanas, meses o incluso años. Además, algunos materiales solo se degradan completamente en condiciones muy específicas que no siempre están disponibles de forma natural.

¿Qué significa que un material sea compostable?

Un material compostable también es biodegradable, pero va un paso más allá: debe descomponerse completamente en un sistema de compostaje (ya sea doméstico o industrial), dentro de un período determinado, sin dejar residuos tóxicos y aportando nutrientes al suelo.

Los empaques compostables deben cumplir ciertos parámetros:

• Degradarse en menos de 90 días en compostaje industrial.

• No liberar metales pesados ni sustancias tóxicas.

• Generar compost de calidad útil para la tierra.

Esto hace que el término “compostable” sea más preciso y exigente que “biodegradable”.

¿Cuál es mejor para el medioambiente?

En términos prácticos, todos los productos compostables son biodegradables, pero no todos los productos biodegradables son compostables. Si buscas un impacto ambiental medible y beneficioso para el suelo, los empaques compostables son la opción más segura y regulada.

Eso sí, la clave está en que el compostaje ocurra bajo las condiciones adecuadas: temperatura, humedad, oxigenación y manejo del residuo. De lo contrario, incluso un producto compostable puede degradarse lentamente o de forma incompleta.

¿Y cómo afecta esto a tu negocio?

Para un negocio con conciencia ambiental, como un e-commerce o una tienda de productos naturales, la elección entre un empaque biodegradable o compostable puede influir en su imagen, cumplimiento regulatorio y coherencia de marca.

Elegir mal puede implicar:

• Contradicciones con tu comunicación ambiental.

• Desconfianza de parte de clientes más informados.

• Problemas con normativas si se hace greenwashing sin respaldo técnico.

¿Qué exigir a tus proveedores?

No basta con que un empaque “se vea verde”. Es necesario pedir evidencia concreta. Al evaluar proveedores de empaques sustentables en Chile, te recomendamos solicitar:

• Fichas técnicas con la composición completa del producto.

• Declaración del tipo de biodegradabilidad o compostabilidad.

• Pruebas de laboratorio si están disponibles.

• Certificaciones válidas bajo normativa chilena, como la NCh 3387 para compostabilidad.

• Compromiso con la trazabilidad de materiales.

¿Qué ofrece Plastyverg?

En Plastyverg, desarrollamos empaques con enfoque en trazabilidad y coherencia ambiental.

• Trabajamos con materiales que cumplen criterios de compostabilidad y biodegradabilidad según el uso final del cliente.

• Nuestros procesos están certificados bajo ISO 9001, lo que garantiza control de calidad, gestión documental y mejora continua.

• Entregamos fichas técnicas, asesoría directa y acompañamiento postventa.

• Nos comprometemos a no hacer afirmaciones que no podamos respaldar, y trabajamos con transparencia para evitar el greenwashing.

Puedes conocer más sobre nuestras soluciones en nuestra sección de productos compostables y biodegradables o solicitar una muestra personalizada.

Elegir entre un empaque biodegradable o compostable no es solo una cuestión de lenguaje: implica decisiones técnicas, ambientales y de reputación.

Si tu marca quiere destacarse por su compromiso real con el planeta, es fundamental comprender estas diferencias y trabajar con proveedores que puedan demostrar lo que prometen.

La sostenibilidad no se basa en promesas, sino en procesos verificados.

¿Tienes dudas sobre cuál tipo de empaque es más adecuado para tu producto?
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